Pocas cosas se comparan a la emoción de comenzar algo nuevo. Esa primera vez sin saber qué esperar trae consigo curiosidad, ilusión y –en ocasiones– una pizca de duda. Cuando se trata de depilación láser, hay objetivo común en toda persona que comienza un tratamiento: eliminar vellos indeseados. No obstante, mientras se progresa hacia los resultados esperados, hay quienes pueden tener la tentación de decolorarse el vello que crece entre sesiones. Si bien esto puede parecer conveniente, es fundamental comprender los posibles riesgos e inconvenientes asociados con este método. ¡Continúa leyendo para conocer más!
Durante la etapa inicial del tratamiento de depilación láser, es entendible que se busquen alternativas para los vellos indeseados que aún se asoman. Aunque la decoloración luce como una solución sencilla, se interfiere con la eficacia de la depilación láser. Regularmente, el láser apunta a los folículos pilosos pigmentados, los cuales absorben la energía del láser e inhiben el crecimiento futuro del cabello.
Cuando se utiliza la decoloración, ésta altera el color natural del vello y reduce la concentración de la melanina. Aunque el efecto es temporero, el mecanismo de la decoloración es desfavorable a lo necesario para remover vellos con depilación láser: que haya color en el vello. Igualmente, más allá de no lograrse el objetivo anhelado por falta de pigmento, si se tratase de depilar una zona con vellos decolorados, esto podría causar quemaduras en la piel. ¿Por qué? La melanina detectada por la luz láser sería la de la piel en lugar del vello. He aquí no solo la importancia de evitar este remedio temporero, sino también de elegir un centro de depilación láser profesional.
Por otra parte, los productos blanqueadores generalmente contienen químicos fuertes que pueden provocar que la piel esté en un estado más sensible. Aplicar estos productos en la piel cerca de tus sesiones de depilación láser puede aumentar el riesgo de reacciones adversas. Esto se debe a que los decolorantes –en combinación con la luz láser– puede causar hiperpigmentación de la piel. Esto no solo puede prolongar el tiempo de recuperación entre las sesiones del tratamiento, sino que también presenta riesgos potenciales para el bienestar y la apariencia de la piel.
¿Cuáles son algunas alternativas? Entre sesiones, te exhortamos a rasurar la zona. Utilizar navajas no interfiere con la eficacia de la depilación láser y permite que la piel esté en buen estado cuando tengas que asistir a tus citas. Aunque es una opción que requiere mucho mantenimiento por la corta duración de su efecto, es recomendable estimular el crecimiento de vellos indeseados para que la luz láser los pueda detectar mejor cuando llegue el día de tu cita.
Por último, ¡es importante tener paciencia! Recuerda que todo lo bueno toma tiempo y un tratamiento inicial consta solamente de 5 a 8 sesiones de aproximadamente 20 minutos cada una. Esto es poco considerando sus beneficios duraderos y la suavidad prolongada que disfrutarás al culminar tu tratamiento.
Cuando comiences con la depilación láser, ten presente el cuidado antes, durante y después de tus sesiones. Si se te ocurre utilizar decolorante para los vellos que se asoman entre sesiones: ¡visita este blog! La paciencia y el compromiso te darán los resultados que deseas. ¿Lista para tu próxima cita? Llámanos al (939) 289-3810. ¡Mereces lo mejor!